Hay prácticas cotidianas que parecen no tener mayores problemas, pero que en realidad es mejor evitarlas para no afectar el rendimiento de los dispositivos. Por ejemplo, ubicar el router del Wifi cerca del televisor puede ser una solución para tener un mayor orden de cables, pero esto afecta el rendimiento de la conexión y su calidad.
Debido al funcionamiento de ambos aparatos, tanto del TV como del router, la señales que ambos emiten dificultan la fluidez de la señal y los usuarios notarán complicaciones de conectividad, como perdida de calidad en la imagen en aplicaciones de streaming.
Uno de los principales problemas al situar el router WiFi cerca del televisor es la interferencia electromagnética. Los televisores, especialmente aquellos que utilizan tecnologías de pantalla LCD o plasma, emiten señales electromagnéticas que pueden interferir con la señal WiFi, causando pérdida de velocidad y conexiones intermitentes.
Según expertos en tecnología como PCMag y CNET, esta interferencia es especialmente problemática porque los televisores LCD emiten una gran cantidad de radiación electromagnética, lo que obstaculiza la capacidad del router WiFi para transmitir una señal sólida y estable.
La presencia de otros dispositivos electrónicos cerca del router, como decodificadores de cable, consolas de juegos o sistemas de sonido, puede exacerbar aún más este problema. Estos dispositivos también generan campos electromagnéticos que pueden interferir con la señal WiFi, lo que resulta en una conexión menos fiable y de menor calidad.
El calor es otro factor que puede afectar el rendimiento del router WiFi. Si el router se sobrecalienta, puede reducir su rendimiento, bloquearse o incluso sufrir algún tipo de daño. El televisor es un dispositivo que pasa muchas horas encendido y, en la mayoría de los casos, no cuenta con un sistema de disipación de calor adecuado. Por lo tanto, colocar el router cerca del televisor puede resultar en una acumulación de calor que afecte negativamente su funcionamiento.
Los expertos recomiendan que el router WiFi se coloque a una distancia de entre 1,5 metros y 1,8 metros del televisor para asegurar una circulación de aire suficiente que evite el sobrecalentamiento.
Otro aspecto a considerar es la interferencia causada por los materiales de construcción del hogar. Las paredes de concreto, el acero y otros materiales utilizados en la construcción de edificios pueden bloquear o debilitar la señal WiFi. Esto significa que cada obstáculo adicional entre el router y los dispositivos móviles conectados puede afectar la calidad de la conexión.
Según la Asociación de Industrias Electrónicas (EIA), es crucial colocar el router en un lugar donde pueda emitir su señal sin demasiadas barreras físicas. Esto no solo mejora la cobertura de la señal en toda la casa, sino que también ayuda a mantener una conexión más estable y rápida.
La proximidad del router WiFi al televisor también puede tener un impacto en la seguridad de la red. La radiación emitida por el router puede ser interceptada más fácilmente por dispositivos cercanos, lo que aumenta el riesgo de piratería informática. Si el TV está conectado a Internet o si se usan servicios de streaming que requieren datos personales para acceder, la red puede volverse más vulnerable a ataques cibernéticos.
Dónde se debe ubicar el router Wifi
Lo ideal es colocar el router en un lugar central del hogar, elevado y lejos de otros dispositivos electrónicos que puedan interferir con la señal. Evitar colocarlo cerca de paredes gruesas o electrodomésticos que generen interferencias electromagnéticas, como microondas o teléfonos inalámbricos, también es crucial para asegurar una buena cobertura de la señal.
El uso de aplicaciones como Wifi Analyzer puede ser muy útil para determinar la mejor ubicación para el router. Estas herramientas permiten visualizar cómo se distribuye la señal WiFi por toda la casa y ayudan a identificar los puntos óptimos para ubicar el router.
En hogares grandes o con áreas de baja cobertura, la tecnología de malla WiFi puede ser una solución eficaz. Esta tecnología utiliza varios nodos distribuidos por todo el hogar para crear una red WiFi uniforme y robusta, minimizando los problemas de interferencia y mejorando la cobertura en áreas problemáticas.