El director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, reveló este sábado en su cuenta de X que el lanzamiento de las primeras naves espaciales Starship a Marte tendrá lugar dentro de dos años, cuando se abra la próxima ventana de transferencia, que ofrecerá las condiciones óptimas para viajar entre la Tierra y el planeta rojo.
De acuerdo con Musk, en los primeros viajes las naves espaciales «no llevarán tripulación», puesto que se desea evaluar «la fiabilidad de un aterrizaje intacto en Marte». Asimismo, enfatizó que «si esos aterrizajes salen bien, los primeros vuelos tripulados a Marte se realizarán dentro de cuatro años».
Crear una futura «ciudad autosuficiente» en Marte
El multimillonario agregó que, después de que comiencen los primeros lanzamientos de la Starship con tripulación humana, la frecuencia de «vuelos aumentará exponencialmente». Esto tendrá «el objetivo de construir una ciudad autosuficiente [en la superficie marciana] en unos veinte años».
«El hecho de ser multiplanetarios aumentará enormemente la probable esperanza de vida de la conciencia, ya que ya no tendremos todos los huevos, literal y metabólicamente [sic], en un solo planeta», añadió, en referencia al dicho inglés «tener todos los huevos en un cesto», y jugando con la palabra ‘egg’, que significa tanto ‘huevo’ como ‘ovario’. Sin embargo, Musk aclaró en una publicación anterior que existen complicaciones para lograr que la vida sea multiplanetaria. Estas dificultades residen en el «costo por tonelada de carga útil en Marte».
«Actualmente cuesta alrededor de 1.000 millones de dólares por tonelada de carga útil en la superficie de Marte», explicó el empresario, que añadió que este precio tiene que incrementarse a «100.000 dólares por tonelada para construir una ciudad autosuficiente» en el planeta rojo. Además, detalló que, para llevar a cabo la construcción de este centro urbano, «la tecnología debe ser 10.000 veces mejor». «Extremadamente difícil, pero no imposible», concluyó.
El cuarto vuelo de prueba de la Starship tuvo lugar el pasado 6 de junio desde el centro de ensayos de SpaceX, situado cerca de la playa de Boca Chica, en el sur de Texas. La compañía aeroespacial está a la espera de efectuar el quinto vuelo de prueba de su potente y enorme sistema espacial.