Investigadores revelan que 27% de la población sufre depresión tras tragedia Jet Set

 A más de dos meses del trágico colapso del techo del Jet Set, que conmocionó a toda la sociedad dominicana, […]

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 A más de dos meses del trágico colapso del techo del Jet Set, que conmocionó a toda la sociedad dominicana, investigadores de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) han revelado datos alarmantes sobre el impacto psicológico que este evento ha tenido en la población del Gran Santo Domingo.

El estudio, que encuestó a 1,034 personas en la región metropolitana, presenta resultados que según los expertos son estremecedores y evidencian la profunda huella emocional que ha dejado esta tragedia en la sociedad dominicana. Los números reflejan una crisis de salud mental de proporciones significativas que trasciende a quienes estuvieron directamente involucrados en el incidente.

Los hallazgos principales del estudio revelan que un 27% de los encuestados padece síntomas de depresión, mientras que un 21% experimenta ansiedad y un 14% presenta signos de estrés postraumático. Estas cifras representan una proporción considerable de la población que ha desarrollado problemas de salud mental como consecuencia directa o indirecta de la tragedia.

El análisis demográfico de los resultados muestra patrones preocupantes en grupos específicos de la población. Las mujeres y los jóvenes de entre 18 y 30 años emergen como los sectores más vulnerables, siendo quienes más arrastran el dolor psicológico derivado del evento. Esta diferenciación por género y edad sugiere que ciertos grupos poblacionales requieren atención psicológica especializada y diferenciada.

Un aspecto particularmente revelador del estudio es cómo el impacto psicológico se extendió más allá de las víctimas directas y sus familias. «Entre ellos pudimos observar cómo la población dominicana cerca de un 21.7% comenzó a experimentar sintomatología de ansiedad y no solamente los involucrados, las personas que estaban en casa también», explicaron los investigadores, evidenciando el fenómeno de trauma vicario que afectó incluso a quienes no estuvieron físicamente presentes en la tragedia.

La metodología temporal del estudio es particularmente significativa. La investigación se realizó entre los días 7 y 10 posteriores a la tragedia, un período crítico en el desarrollo de respuestas psicológicas a eventos traumáticos. Esta ventana temporal permite capturar las reacciones inmediatas de la población y proporciona una base sólida para entender el impacto inicial del evento.

Los hallazgos del estudio incluyen alertas importantes sobre factores de riesgo para el desarrollo de secuelas psicológicas a largo plazo. Específicamente, la investigación alerta que quienes reprimen sus emociones son los más propensos a desarrollar secuelas duraderas, identificando un patrón de comportamiento que puede predisponer a problemas de salud mental más graves y persistentes.

Basándose en estos resultados, los investigadores han formulado recomendaciones concretas para mejorar la respuesta del país ante futuras crisis. Entre las propuestas principales se plantea el diseño de protocolos nacionales de atención psicológica en emergencias, reconociendo la necesidad de tener sistemas estructurados y preparados para responder eficazmente al impacto emocional de catástrofes.

Adicionalmente, el estudio recomienda fortalecer las redes de apoyo comunitario como estrategia preventiva para mitigar el impacto emocional ante futuras catástrofes. Esta recomendación reconoce el papel fundamental que juegan las comunidades en la recuperación psicológica de las poblaciones afectadas por tragedias colectivas.

Los expertos que participaron en la investigación enfatizan una perspectiva integral sobre la gestión de tragedias colectivas. Señalan que estas situaciones «no sólo deben abordarse en la reconstrucción física sino también en la atención a la salud mental», subrayando la necesidad de un enfoque holístico que considere tanto la recuperación material como el bienestar psicológico de la población.

Este estudio representa una contribución valiosa al entendimiento del impacto psicológico de tragedias colectivas en el contexto dominicano. Los resultados no solo documentan las consecuencias inmediatas del colapso del Jet Set, sino que también proporcionan una base científica para mejorar la preparación y respuesta del país ante futuras emergencias.

La investigación de la PUCMM establece un precedente importante para la evaluación sistemática del impacto psicológico de desastres en República Dominicana, y sus recomendaciones podrían servir como marco para el desarrollo de políticas públicas más efectivas en el área de salud mental en situaciones de crisis.

Los datos revelados subrayan la urgencia de implementar programas de apoyo psicológico que aborden tanto las necesidades inmediatas como las consecuencias a largo plazo de eventos traumáticos colectivos, reconociendo que la verdadera recuperación de una sociedad tras una tragedia requiere atender tanto las heridas visibles como las invisibles que quedan en la psique colectiva.