Un análisis de investigadores de Canadá e Israel reveló que la exposición al principal compuesto psicoactivo del cannabis podría dificultar la concepción y elevar el peligro de defectos genéticos en los bebés
El tetrahidrocannabinol (THC) es el principal compuesto psicoactivo de la marihuana. Es la sustancia responsable de la sensación de euforia que experimenta el cuerpo tras consumir cannabis.
Un grupo de investigadores de Canadá e Israel descubrieron que los niveles elevados de THC en óvulos humanos pueden interrumpir su correcta maduración y favorecer alteraciones en los cromosomas.
Eso podría dificultar el embarazo en las personas gestantes y aumentar el riesgo de defectos genéticos en los bebés. Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature Communications.
La investigación fue liderada por Cyntia Duval, quien trabajó este proyecto en la Universidad de Toronto, Canadá, junto al equipo del CReATe Fertility Centre. Contaron con la colaboración de Noga Fuchs Weizman, experta de la Universidad de Tel Aviv.
La marihuana contiene muchos compuestos químicos, pero el principal responsable de su efecto es el tetrahidrocannabinol (THC). Ese compuesto actúa directamente sobre el cerebro, donde altera la percepción, el ánimo, la memoria y la manera en que el cuerpo responde.
Hasta ahora, se sabía que el consumo de marihuana podía afectar la concentración, el ritmo cardíaco y la coordinación.
Además, las investigaciones previas asociaron el uso de cannabis durante el embarazo a complicaciones en el desarrollo del bebé, como bajo peso al nacer o nacimientos antes de tiempo.
En general, la mayoría de los estudios se enfocaron en los efectos de la marihuana en los espermatozoides masculinos, y dejaron de lado el posible impacto sobre los óvulos femeninos.