Se decomisaron 23 armas, 17 eran fusiles de alto calibre
El cargamento también llevaba 36 mil municiones
La carga parecía una entrega destinada para una guerra. De llegar a su destino, habría dejado una estela de muerte en su nivel más crudo posible.
Es innegable su capacidad para abonar con más sangre la tierra de Haití que desde hace casi cuatro años, cuando el entonces presidente Jovenel Moïse fue asesinado por mercenarios en la mansión presidencial en Puerto Príncipe, ha recibido miles de cadáveres.
Desde entonces, las pandillas se han adueñado de las calles haitianas, donde dominan hasta el 80 % del territorio. Y eso pueden hacerlo gracias a las armas que llegan de contrabando.
Ayer, la Dirección General de Aduanas se incautó un envío hacia esas pandillas, probablemente la de Jimmy Chérizier, que se conoce como Barbecue, por la crudeza con la que trata a sus rivales y a los ciudadanos comunes.
El cargamento llevaba 23 armas de fuego, todas procedentes de los Estados Unidos, pero no eran armas cualesquiera.
Un fusil Barret calibre 50 milímetros, 17 fusiles calibre 7.62, otro calibre 9, cinco pistolas marca Glock y una ametralladora Uzi, todas armas de guerra, similares a las que ayudaron a esas pandillas criminales a acabar con la vida de más de 5,000 haitianos en los últimos meses.