
Mujica deja un legado de humildad, coherencia política y un profundo amor por la tierra y la vida sencilla
José «Pepe» Mujica, expresidente uruguayo y una de las figuras más queridas de la izquierda latinoamericana, será cremado y sus cenizas enterradas en su chacra, a las afueras de Montevideo, cumpliendo así su último deseo.
El lugar elegido queda junto a la tumba de su perra ‘Manuela’, una mascota de tres patas que lo acompañó durante años y con la que se convirtió en símbolo de su vida austera.
«Mi futuro destino está abajo de ese escollo, donde está enterrada Manuela. Cuando me muera me van a quemar y me van a enterrar ahí», expresó Mujica en vida, en una de sus últimas entrevistas.