La Fiscalía francesa solicitó este miércoles una pena de 10 años de cárcel para Aomar Aït Khedache, considerado el cerebro del robo de joyas a la estrella estadounidense Kim Kardashian, ocurrido en octubre de 2016 en un hotel de lujo en París.
“No hay duda sobre la culpabilidad de los acusados”, afirmó la fiscal Anne Dominique Merville durante su alegato final ante el tribunal que juzga a los diez procesados. Merville identificó a Aït Khedache como el líder y organizador del asalto, quien además fue uno de los que amenazaron directamente a Kardashian para que entregara sus joyas.
Aït Khedache, de 69 años, es un delincuente multirreincidente con un extenso historial criminal. Actualmente enfrenta problemas graves de salud: es sordo y casi mudo, y durante el juicio ofreció disculpas a Kardashian a través de una auxiliar judicial. Sin embargo, la fiscal argumentó que, a pesar de su condición y de que el riesgo de reincidencia es inexistente, “debe pagar por sus delitos”.
Un robo que dio la vuelta al mundo
El asalto ocurrió en la madrugada del 3 de octubre de 2016, cuando la banda irrumpió en un hotel privado en la zona de la Madeleine, en el centro de París, donde Kardashian se alojaba durante la Semana de la Moda. Los ladrones se llevaron joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, incluyendo un anillo de bodas con un diamante de 19 quilates regalado por el rapero Kanye West, con un valor estimado en cuatro millones de dólares.
Los acusados fueron arrestados en enero de 2017, tras ser identificados mediante restos de ADN hallados en la escena. Algunos han admitido su participación, mientras que otros siguen proclamando su inocencia.
La prensa francesa los apodó los “yayoladrones” debido a la avanzada edad de varios de los integrantes de la banda, muchos de los cuales tienen más de 70 años y un extenso historial delictivo.
Salvo un collar que fue recuperado por la policía tras la huida de los ladrones, el resto de las joyas nunca ha sido hallado. Se presume que fueron vendidas en Bélgica.
El testimonio de Kim Kardashian
La propia Kim Kardashian testificó este martes durante el juicio. En su declaración, relató el trauma vivido aquella noche, al temer que iba a ser violada y asesinada, mientras era amenazada con una pistola apuntando a su cabeza.
Kardashian fue atada con bridas y encerrada en una bañera, y desde entonces aseguró que no puede dormir sin guardaespaldas por las noches.