En el contexto actual de recuperación económica y consolidación de las finanzas públicas, la República Dominicana se enfrenta a la necesidad ineludible de una reforma fiscal estructural. Expertos económicos y sectores productivos del país coinciden en que una revisión integral del sistema tributario es clave para asegurar la sostenibilidad financiera, mejorar la equidad y promover un crecimiento económico inclusivo.
La reforma fiscal propuesta busca modernizar el sistema impositivo dominicano, haciéndolo más justo y eficiente. En este sentido, se hace urgente la reducción de las inequidades que caracterizan al sistema actual, en el cual sectores de mayores ingresos contribuyen en menor proporción que las pequeñas y medianas empresas o las personas con menores ingresos.
Uno de los principales objetivos de esta reforma es aumentar la recaudación fiscal de manera progresiva, asegurando que aquellos con mayor capacidad económica asuman una mayor responsabilidad en el financiamiento del desarrollo del país. Esto permitirá al gobierno contar con recursos suficientes para invertir en áreas clave como la educación, salud, infraestructura y seguridad social, lo que beneficiará a la población en su conjunto y fortalecerá el tejido económico del país.
El Ministro de Hacienda ha destacado que esta reforma también tiene como propósito atraer inversiones al país, simplificando y armonizando el sistema tributario. “Estamos comprometidos con crear un sistema fiscal que fomente la competitividad y que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas, sin afectar el crecimiento económico”, señaló.
Retos y Oportunidades
A pesar de la necesidad de la reforma, existen retos. La resistencia de algunos sectores a cambios que podrían aumentar su carga fiscal ha sido evidente en el debate público. Sin embargo, el consenso general es que una reforma de este tipo es fundamental para reducir la dependencia del endeudamiento público y mejorar la competitividad del país en el escenario internacional.
El análisis de expertos internacionales sugiere que, a largo plazo, un sistema fiscal más equilibrado y eficiente será vital para consolidar el crecimiento económico, reducir la informalidad laboral y disminuir los niveles de pobreza.
Un Llamado a la Concertación Nacional
La reforma fiscal debe ser el resultado de un proceso de diálogo entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Solo mediante una concertación nacional será posible alcanzar un consenso sobre los cambios necesarios y su implementación gradual, minimizando los impactos adversos sobre los sectores más vulnerables.