Cada primer viernes de octubre se conmemora el Día Mundial de la Sonrisa, una celebración que busca que las personas sonrían más a menudo y promuevan la alegría y el optimismo.
Esta conmemoración invita, además, a realizar actos de bondad como una extensión natural de este gesto. Realizar una acción desinteresada como ayudar a una persona, donar a una causa benéfica o simplemente ofrecer una palabra de aliento.
Esta efeméride fue creada en 1999 por Harvey Ball, el artista que diseñó el icónico «smiley face» en 1963, con el objetivo de recordar a las personas que una simple sonrisa puede marcar la diferencia.
Harvey Ball, un diseñador gráfico de Worcester, Massachusetts, fue el creador del famoso rostro sonriente amarillo que en la actualidad se reconoce como símbolo de alegría y positividad. Originalmente diseñado como una campaña interna para mejorar la moral en una empresa de seguros, el «smiley» se popularizó rápidamente, convirtiéndose en un ícono global de la felicidad.