La superestrella del reggaetón, Bad Bunny (Benito Martínez), conocido por su pasión por Puerto Rico, su tierra natal, y su compromiso con la isla, no pudo contener las lágrimas durante una entrevista en la que abordó los problemas políticos del país.
Durante una conversación de una hora y media en el programa El Tony Pregunta, además de hablar de su música y su carrera, se mostró muy emocionado al reflexionar a raíz de las dificultades que hoy vive su país, como la crisis económica, problemas de infraestructura, inundaciones y una gestión de Gobierno que no estaría resolviendo estas problemáticas.
«Yo realmente me preocupo por Puerto Rico», reflexionó, justo antes de taparse el rostro para no hacer muy evidente el llanto. «Salir para afuera y verlo todo por mí, pero también por siempre representarlo, saber que hay gente en el mundo entero que conocen a Puerto Rico por mi música, por la de otros artistas, por nuestra cultura, gente, que los turistas vengan aquí y digan ‘Puerto Rico qué bello’, pero se vayan sin saber qué pasa».
«Los políticos son empleados del pueblo»
En particular, abogó por que los votantes de Puerto Rico, cada vez más apáticos ante las próximas elecciones en la isla, que es territorio de EE.UU., no restaran importancia a las mismas. «Él es tu empleado, son empleados públicos, no son superestrellas, esa gente se supone que trabaja para nosotros», sentenció.
«Este no es el país de ellos. No son los dueños de Puerto Rico por estar en el Capitolio. […] Tú lo pusiste ahí con tu voto. Si no cumple, sácalo. Si tú ves que estás votando por los mismos durante 20 años y ves que tu alrededor no es como tú lo quisieras, sácalos», agregó.
Las declaraciones de Bad Bunny se produjeron días después de que unos datos oficiales revelaran que el 75 % de los nuevos votantes menores de 21 años aún no se habían inscrito para votar en las elecciones presidenciales, que se celebrarán en EE.UU. el 5 de noviembre.
Puerto Rico, con una población de 3,2 millones de habitantes, depende actualmente de Washington. Su estatus se define como territorio organizado no incorporado de EE.UU., lo que significa que la isla está administrada por el país norteamericano, pero no forma parte de él. Al mismo tiempo, los residentes de Puerto Rico poseen la ciudadanía y el dólar estadounidense es la moneda oficial de la isla.