Según datos oficiales, la explosión dejó al menos 42 muertos, más de 50 heridos y cerca de 12 personas que jamás aparecieron
SANTO DOMINGO.- Cuando era el martes 14 de agosto de 2023, Anabel Medina jamás imagino que al despedir a su hijo esa mañana, lo estaba despidiendo para siempre.
Alrededor de las 3:00 de la tarde de ese día, Francis Mateo Medina, era parte de las víctimas que dejaría una explosión registrada en el antiguo mercadito, ubicado en la calle Padre Ayala generando un impacto mortífero también aun a varios perímetros del epicentro.
Su madre Anabel amaneció visitando centros hospitalarios de esa provincia y de Santo Domingo donde le referían qué podía encontrar a su hijo de 19 años, que al momento de la explosión se encontraba en la veterinaria donde laboraba y dónde días después encontrarían su cadáver debajo de los escombros.
Como ella, otras madres perdieron sus hijos, esposos quedaron sin sus esposas, hijos perdieron a sus padres, abuelos perdieron a sus nietos. Otros tantos perdieron amigos, compañeros de trabajo, vecinos, algún otro consanguíneo o al menos a algún conocido.
En fin, una provincia devastada, enlutada y conmocionada, arropada por el dolor, con daños materiales, psicológicos y humanos difíciles de superar.
Este miércoles, al cumplirse el primer año de ese fatídico acontecimiento, que también conmovió gran parte del país, las autoridades municipales se unirán a los actos que han preparado los familiares para recordar y rendir tributo a los fallecidos.
Según datos oficiales, la explosión dejó al menos 42 muertos, más de 50 heridos y cerca de 12 personas que jamás aparecieron.
Al cabo de un año, no hay responsables señalados por la tragedia que hará de ese día uno inolvidable para la “Cuna de la Constitución”.
Lo cierto es que el pedir justicia es el factor común une a todas las familias sancristobalenses que como Anabel no superan la pérdida de su ser querido.
