Pese a que han tomado varias medidas para controlar el consumo de energía, los afectados entienden que sus facturas no reflejan la realidad.
Santo Domingo.- Con facturas en manos, residentes en Los Guaricanos en Santo Domingo Norte, aseguraron que es insostenible para ellos pagar sus cuentas eléctricas, esto debido a que en los últimos meses han incrementado, llegando hasta a los RD $48 mil pesos.
Pese a que han tomado varias medidas para controlar el consumo de energía, los afectados entienden que sus facturas no reflejan la realidad.
“Los chelitos que yo consumo para la medicina tengo que cogerlo para dárselo a ellos, vamos a despegar los contadores y se lo vamos llevar”, declaró Genaro Antonio, afectado.
“Yo pagaba 800 pesos y nos está llegando de 15 mil y no podemos pagarla porque somos pobres”, sostuvo Arsenio Corcino, afectado.
Otros residentes dijeron que están cansados de presentar sus reclamos ante Edeeste, pero les informan que todas son improcedentes, sin detallarles las razones.
“La primera factura me llegó de RD $1600 pesos, la segunda de RD $3500, yo fui pague normal y la tercera de RD $11, 150 y la de ahora me llegó de RD $16 mil”, explicó María Solano, afectada.
“Todos los moradores están pagando su servicio, pero si llega a ser tan elevado como lo pagarían”, sostuvo Fausto Batista, otro de los afectados.
Yulissa Taveras, explicó que sus ingresos no le alcanzan para el pago de su factura, ya que los montos son demasiado elevados, su último recibo llegó de 50 mil pesos.
“Cómo es posible que una gente que gane 43 mil pague 48 mil de luz, se lleva el mes completo y a tener que coger prestado para pagar la luz”, relató Yulissa Taveras, afectada.
Dividida sólo por la calle, está Natividad Hernández, quien atraviesa una situación similar.
“Uno trabaja, uno pasa el día fuera y que la factura le llegue de 15 mil pesos, eso no se aguanta, eso es casi un sueldo”, sostuvo Natividad Hernández.
La mayoría residen en la calle Gardenia en el residencial La Rosa en Los Guaricanos, Santo Domingo Norte.
Aunque los afectados dijeron estar conscientes del pago obligatorio del servicio, exigen una medición que refleje su consumo real.
