Investigadores del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y de la Universidad de Georgetown encontraron evidencia que sugiere que las personas comienzan a experimentar dificultades económicas mucho antes de que desarrollen algún trastorno relacionado con la demencia.
La demencia es un término utilizado para describir un conjunto de enfermedades que afectan a una o más funciones cerebrales, como la memoria, el pensamiento, el lenguaje o el comportamiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente 55 millones de personas en todo el mundo padecen de demencia. La organización considera que la enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia y puede representar entre el 60 % y el 70 % de los casos en personas mayores.
Vinculación entre la demencia y los problemas financieros
Un informe recientemente publicado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, señala que, en los años anteriores o posteriores a que una persona sea diagnosticada con demencia, sus calificaciones crediticias empiezan a debilitarse y los retrasos en sus pagos suelen incrementarse.
Los especialistas llegaron a esta conclusión tras evaluar los datos de salud y financieros de casi 2,5 millones de estadounidenses mayores con enfermedades crónicas, de los cuales alrededor de 500.000 fueron diagnosticados con alzhéimer o con trastornos relacionados con la demencia. En comparación con investigaciones anteriores, la gran cantidad de información permitió a los expertos examinar a detalle el impacto de la raza, el sexo, el tamaño del hogar y otros parámetros.
Los afroamericanos son los más afectados
De acuerdo con los autores del informe, las personas negras tenían más del doble de posibilidades que las blancas de experimentar problemas financieros antes del diagnóstico de alzhéimer. Esta situación podría deberse a que los afroamericanos cuentan con menos recursos económicos, además de que suelen ser diagnosticados tardíamente con la enfermedad.
«Los efectos financieros nocivos de los trastornos de memoria no diagnosticados exacerban la presión financiera ya sustancial que enfrentan los hogares cuando se les diagnostica un trastorno de memoria», indicaron los científicos. No obstante, propusieron que los datos crediticios podrían ayudar a la detección temprana de aquellas personas que tienen el riesgo de padecer alzhéimer u otros trastornos vinculados con la demencia, cuando los síntomas son «leves y no muy evidentes».
Prepararse ante la posibilidad de padecer demencia
Los investigadores consideran que estos hallazgos son importantes, puesto que el atraso en los pagos de las obligaciones financieras puede ocasionar estrés financiero a largo plazo para las personas que padecen demencia.
Estos resultados también pueden servir como una advertencia para las personas mayores y sus familias para prepararse ante la posibilidad del diagnóstico de la enfermedad. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EE.UU. recomienda que se tomen medidas anticipadas para reducir las preocupaciones del estrés provocado por el diagnóstico de demencia. Esto incluye la configuración de pagos automáticos de facturas de la persona con la enfermedad.