En una tensa rueda de prensa este lunes, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, respondió a las preguntas de los periodistas sobre la salud de Joe Biden, ante los crecientes rumores de que el presidente estadounidense, de 81 años, está recibiendo tratamiento para la enfermedad de Parkinson.
Jean-Pierre se enzarzó con los periodistas en acalorados intercambios sobre si la Administración había sido sincera sobre la salud del mandatario tras su desastrosa participación en el primer debate presidencial con Donald Trump, que ha provocado llamamientos en los círculos demócratas para que Biden abandone su candidatura a la reelección.
Visitas regulares de un experto en párkinson
Los periodistas hicieron preguntas relacionadas con los recientes informes que indican que un neurólogo especializado en párkinson estuvo en la Casa Blanca ocho veces en un periodo de ocho meses, desde julio de 2023 hasta marzo de 2024, y que se reunió en una ocasión con el médico personal de Biden, el doctor Kevin O’Connor.
«Estamos molestos por aquí por la forma en que se ha compartido la información con el cuerpo de prensa», comentó el corresponsal de CBS News, Ed O’Keefe, presionando a Jean-Pierre sobre si Biden había sido visto por el experto, el doctor Kevin Cannard.
En respuesta, la vocera se negó a nombrar al especialista, a pesar de que su nombre figura en el registro público de visitas a la Casa Blanca, alegando cuestiones de privacidad y seguridad. «No importa lo mucho que me presiones, no importa lo mucho que te enfades conmigo, no voy a confirmar un nombre», contestó. «No importa si está siquiera en el registro. No voy a hacerlo desde aquí. Lo que puedo compartir con ustedes es que el presidente ha visitado tres veces a un neurólogo para su examen físico», añadió.
Asimismo, aseguró a los periodistas que el mandatario no está recibiendo tratamiento para la enfermedad neurodegenerativa: «¿El presidente ha sido tratado por párkinson? No. ¿Está siendo tratado por párkinson? No», subrayó, citando un examen físico y neurológico de febrero en el que el médico personal de Biden determinó que era apto para el servicio y que no se encontraron indicios de enfermedades.